Pintura mural románica para la ermita de Nuestra Señora del Pinar de Cantalejo.
Hola a todos, como ya anticipamos en este blog ya estamos en marcha con el proyecto de la ermita de Cantalejo, Segovia.

La técnica utilizada es pintura acrílica de primeras marcas como W&N, van gogh y Titán, utilizando una paleta medieval.

El primer paso es preparar el soporte con una base de imprimación, sobre la que se realiza un replanteo geométrico, buscando la mejor geometría visual.

En esta fase es imprescindible tener el boceto al lado y haber realizado un buen estudio geométrico tanto en la fase del boceto como en el replanteo, las esferas no se pueden desarrollar en plano y es imprescindible tenerlo en cuenta desde el principio.


Temática de las imágenes:
La ermita es de origen románico, aunque ha tenido múltiples reformas, y actualmente carece de decoración. La intervención se centrará en el ábside, y busca su inspiración en la imaginería de aquel origen, como la imagen de la Virgen titular de la ermita.
Puesto que la temática apocalíptica, basada sobre todo en los comentarios de Beato de Liébana, era frecuente en las representaciones pictóricas de aquella época, las figuras y los textos del proyecto se han elegido en consonancia con ello. De este modo, en el fondo del ábside aparecerá un Cristo Pantocrátor con el mundo bajo sus pies y flanqueado por el Tetramorfos, mientras que en la bóveda se aludirá a la Parusía de Cristo ante las tribus de la tierra, de acuerdo con el discurso escatológico del Evangelio de San Mateo y el propio libro del Apocalipsis.
En la bóveda del ábside se representará la Parusía del Hijo de Dios ante las tribus del mundo. Los motivos se inspiran en el folio 26 del Beato de Liébana del San Miguel de la Escalada.
La figura central representa a Cristo como el Cordero Pascual del Apocalipsis sobre el libro de los siete sellos, rodeado de veinticuatro puntos que simbolizan a los veinticuatro ancianos. La inscripción sobre fondo dorado cita el Evangelio según San Mateo (Mt 24: 30-31): “plangent omnes tribus terrae et videbunt Filium hominis venientem in nubibus caeli cum virtute et gloria multa” (se lamentarán todas las tribus de la tierra y verán al Hijo del Hombre venir en las nubes del cielo con poder y mucha gloria). Aparecen también el sol y luna, como símbolo de que Dios es el hacedor de toda la creación y que su Revelación abarca el cosmos entero.
Bajo los astros se ven unas figuras humanas que representan a todas las tribus del mundo, aparecen 9 en el folio 26 del manuscrito medieval, y de sus ojos brotan lágrimas simbolizando la tristeza, en esta interpretación representamos 12 por ser los hijos de Jacob a quien Dios nombro Israel (Génesis 35:9-11).
Toda esta composición está rodeada de una cenefa de espigas y trillos como homenaje a la industria de Cantalejo y representación apocalíptica del final de los tiempos.
Lo mismo que en el ábside, los colores ocre, verde y rojo del fondo de la bóveda responden a la representación del paisaje medieval, y se pintarán respetando las técnicas y pigmentos de la época, óxidos de hierro y tierras.